Nació hace demasiado tiempo en Barakaldo, educado en colegio privado y de familia «bien», de toda la vida. Se fue pronto, nada más terminar sus estudios de medicina, al «Otro Lado» como le gusta decir a él, a aquellos países donde habita la locura de la sinrazón, con una mochila repleta de ganas, de manos y sonrisa europeas…
Angola, Camerún, Rwanda, República «Democrática» del Congo, Chad, Eritrea, Etiopia, Somalia, Siria, Honduras, Guatemala, Panamá, Nicaragua, Sudán del Sur, Yemen…
Guerras, «conflictos armados», hambre, «paces desarmadas», epidemias, malaria, dengue, refugiados, más guerras, más campos de refugiados, más epidemias…
Y escribía palabras azules para él, para su gente, para su chica eritrea que un mal día de noviembre fue arrebatada de su vida. Y escribía…, y esas palabras azules aparecieron en un armario del color de la noche en la casa de sus padres de Barakaldo. Y hoy, después de apenas un año de su último viaje al «Otro Lado», recopila algunas de sus palabras para compartirlas con quien quiera leerlas.