Fernando López Acera (Barakaldo, 1977)
Pasó su infancia entre Llodio y Hervás. En la actualidad reside en Don Benito. Licenciado en Pedagogía por la Universidad de Salamanca, ejerce como orientador en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Trujillo. Ahí sacia su inquietud por la educación, que compagina con su amor por el fútbol. Tras dejar el arbitraje profesional, desempeña diversas funciones en el Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol y en la Federación Extremeña de Fútbol.
Con esta novela se adentra en otra de sus pasiones, la literatura. No te vayas sin decirme
nada es algo más que una primera novela, es la consecución de un sueño.
Se paró de repente y mirándome a los ojos me dijo:
—La realidad aquí no es fácil, nada fácil, ya te lo he dicho en otras ocasiones. Si no andas vivo, la realidad te absorbe, te engulle. Como te vean débil, te convierten en presa y la presa siempre es cazada. Parece que nunca pasa nada, pero siempre hay alguien alerta, deseando cazar. Todos son bondadosos y depredadores a la vez. Nos tenemos que proteger entre nosotros, entre los pocos que
sabemos de qué va esto. Si flaqueas o pierdes el norte, estás muerto. No puede haber un día de descanso ni de bajar la guardia. Tú no eres uno más, tú no eres como ellos, no lo olvides nunca, jamás.