El autor afronta en sus poemas la vinculación entre el cuerpo y el alma. Previamente lleva a
cabo una exhaustiva revisión del tratamiento del alma en los setenta y tres libros que componen la Biblia, y recuerda las tesis sobre el alma de los pensadores de relevancia universal, a partir de la filosofía griega. Para completar la introducción, que denomina Entrada, ofrece una selección de los versos de trescientos treinta y cinco poetas, de todo tiempo y lugar, en los que el alma adquiere significado protagonista. Siguen a lo anterior ochenta poemas eneasílabos originales, referidos a todos los aspectos misteriosos que rodean la sustancia inmaterial que identifica el alma en vida del cuerpo y tras la extinción de este. A los referidos poemas precede un poema de síntesis que el autor denomina Romance del alma en el que se arriesga la opinión de que el alma nace y muere con el cuerpo pues forma parte del mismo, atribuyendo a cada persona su modo de ser y de actuar.
Luis Enrique de la Villa