Amy Kleinfort tiene tres cosas claras en la vida: le apasiona pintar, no hay nada más importante que la familia y, aunque no se ha enamorado nunca, cree fervientemente en el amor verdadero. ¡Y ahora es la dama de honor de su mejor amiga! Entusiasmada con la idea, Amy hará lo imposible para que la boda sea memorable, pero ¿cómo lo conseguirá cuando detesta con todas sus fuerzas al padrino de su hermano?
Alan Marston se ha jurado no volver a comprometerse con ninguna mujer. Después de un matrimonio fallido, se traslada a
Charlotte junto a su socio, de quien ha aceptado ser el padrino de bodas. ¡Él, que ha perdido la fe en el amor! Lo que menos
se imagina es que tendrá que vérselas con la hermosa pero temperamental hermana del novio durante los preparativos de la ceremonia.
Ambos deberán soportarse hasta el evento y, aunque se afirma que los polos opuestos se atraen, ¿serán capaces de dejar de lado sus diferencias o las chispas que existen entre los dos acabarán provocando un incendio?