La novela está desarrollada en un pequeño país africano, en el cual la adicción al poder y al boato del presidente de la república, el apego a los cargos públicos, el clientelismo familiar y el amiguismo son una máxima de quienes llevan años y años en el poder. Todo este cúmulo de circunstancias prolongadas en el tiempo despiertan odios, rencores y vendettas, haciendo que se teja una trama en la que participan diferentes actores con intereses políticos y económicos muy variados, cuyo objetivo último es acabar con el sátrapa que gobierna ese pequeño territorio.
Los acontecimientos finales se precipitan de manera rápida e intensa, en una sucesión de hechos que lleva al más vulnerable de los personajes a ejecutar la venganza sobre aquel que la estaba preparando.