Estela y su perrita Mel encuentran a un hombre moribundo, encajado entre las rocas, cuando paseaban por la playa de San Joao.
Tras cuatro meses en coma, despierta mudo, después de haberle extirpado las cuerdas vocales y con amnesia total, producto de los múltiples traumatismos sufridos.
Nadie le ha reclamado, y la guardia republicana portuguesa no ha podido averiguar su identidad, de manera que su único contacto en la ciudad es Estela, una enigmática mujer que, impactada por la soledad de aquel pobre hombre, no ha dejado de visitarle hasta el día de su alta hospitalaria.
¿Quién es? ¿Cómo llegó hasta la playa? ¿Dónde está su familia? ¿Cuándo recuperará la memoria?
A lo largo de estas páginas, acompañaremos a Estela en la búsqueda de todas esas respuestas que ella necesita conocer para seguir su camino.