Las mentiras son la verdad que nos gustaría. Nos gustaría no estar siendo infieles a nuestras parejas, nos gustaría haber sacado las notas que les decimos a nuestros padres, nos gustaría no tener ni un duro cuando alguien nos pide por la calle y tenerlo todo cuando en la cena de exalumnos parecemos los menos triunfadores. Las mentiras son la vergüenza que nos damos, el miedo al «qué dirán» y al «por qué no soy como querría». Todo eso son las mentiras.
Además, las mentiras también son la forma de vida de la familia Trolas. Un extravagante grupo de adinerados que conviven en una mansión heredada y se soportan lo suficiente como para comunicarse. Un vago en depresión, un gordo acomodado, una hippie liberal y una dictadora clasista son solo los progenitores de dicha familia. ¡Imaginaos sus retoños! Ellos llevaban una vida terriblemente tranquila hasta que la criada se vuela la tapa de los sesos con la escopeta del abuelo. La cosa solo puede ir a peor.