Nací el 14 de febrero de 1961, la mejor década del siglo XX, la del “niños a porrillo”, y así pude tener tres hermanos excelentes y una legión de maravillosos primos.
Desde los 12 años he leído cientos de miles de páginas de la mejor Literatura. Empezando por Homero, casi no queda obra maestra que no haya devorado y, en muchas ocasiones, vuelto varias veces a devorar con pasión libidinosa.
A los 15, me enamoré del Latín.
De varias mujeres también me he enamorado en tantos años, pero estos fueron amores efímeros; aquel, eterno.
A los 24, tras haber estudiado Filología Clásica en la Universidad Complutense, aprobé las oposiciones al Cuerpo de Profesores Agregados de Instituto y he seguido hasta los 60 enseñando la lengua de
la Antigua Roma.
A los 61, el 4 de noviembre de 2022, un infarto me salvó la vida y me devolvió a mis tiempos más felices.
Desde ese día, me cuido por dentro y por fuera, es decir, no me preocupo sino que me ocupo. Como deliciosa y sanamente; no bebo alcohol; no fumo; hago ejercicio; viajo; leo; estudio francés, alemán, matemáticas; asisto a la ópera, al teatro, a museos, al Auditorio, al Ateneo; me documento para escribir una serie de novelas breves… Y, por supuesto, con este librito colmo mi perpetua aspiración de publicar por primera vez y, ojalá, no por última.
Ὁ βίος βραχύς ἡ δὲ τέχνη μακρά (Hipócrates)
Mens sana in corpore sano (Juvenal)
Carpe diem (Horacio)