Manuel Guerrero Suárez, de 73 años, jubilado, natural de Ponteareas (Pontevedra), residió en Vigo hasta la edad de 36 años. En 1987, junto con su familia, fija su residencia en el sur de Tenerife. Trabajó en la construcción hasta que a los 63 años la vida le dio un vuelco: le diagnosticaron Parkinson. La neuróloga le aconsejó ejercicio físico y mental, y a partir de ahí es cuando se pone a escribir una autobiografía y descubre la literatura. El niño que contemplaba las estrellas es la primera novela que publica, y Pablo, el protagonista de esta historia, es el fiel reflejo de el autor, que de niño no pudo hacer todo lo que Pablo está consiguiendo, tiene otras dos novelas escritas y registradas (No mires al pasado y A la sombra de los visitantes).
Querido lector, todos, sin saberlo, llevamos un escritor dentro.