Un muerto, ya en el puro hueso, que intenta resucitar por amor; un robot y su bella mujer en los procelosos charcos enfangados de la alta política; un Pánico, humanizado y desesperado, visitando a su psicóloga; alguien escarbando en la memoria lejana por causa de un camisón que tal vez pudo haber cambiado su vida; un escritor aterrorizado por un bloqueo literario que resulta mucho más amenazante que el simple síndrome de la página en blanco; la aventura secreta de un lector, funambulista entre las frases de Ruiz Zafón, sin que el gran autor lo sepa; ese calcetín enamorado de uno de diferente par y que resuelve, al fin, el misterio de por qué los perdemos tanto; un cachorro de pastor alemán atónito en medio del desamor de sus novatos amos; ese padre atormentado por un crimen execrable; el guardameta que ve pasar su vida en una estirada decisiva en pos del balón; la enorme culpa por olvidar a una amiga lejana y ahora ya inalcanzable; la dieta artística y alimenticia de un grupo de personajes poderosos y decrépitos…
¿Qué tienen en común todas estas historias? El autor, y si por casualidad aprecian algo más, ¡no dejen de informarnos!, ¡por favor!