Lama Trinlé Gyamtso (Juan Ángel Armada), director espiritual de la Comunidad Dhyāna, nació en España en septiembre del año 1956.
En su juventud obtuvo el título de ingeniero técnico en informática y trabajó como tal durante muchos años. Tiene dos hijos y su principal aspiración es la de ayudarnos Mutua-Mente a Des-Cubrir la gozosa paz interior que no se pierde -el más allá del sufrimiento.
Desde 1995, Lama Trinlé está centrado en la práctica intensiva de la meditación búdica, guiado por varios maestros, tanto en India y Nepal como en España.
En 1999 tomó votos con Bokar Rinpoché, fue monje budista en India y recibió enseñanzas, iniciaciones e instrucción de distinguidos maestros de las principales escuelas del budismo tibetano, poniéndolas intensivamente en práctica en numerosos retiros, incluyendo el retiro tradicional durante cuatro años consecutivos, de los cuales dedicó los últimos quinientos días a practicar el retiro solitario.
No se considera maestro de nada ni de nadie. Consciente de que nada que pueda saberse, tiene la menor importancia, pues no hay nombre alguno que
pueda revelarnos «lo-que-es».
No pertenece a ningún bando y no representa ninguna creencia. Simplemente busca la verdad y la felicidad, como todos.
Se considera un simple peregrino que comparte sus pasos con alegría, un simple eslabón en la cadena de transmisión de la sabiduría universal que re-vive y se
manifiesta en nuestra práctica meditativa cotidiana, para beneficio de todos los seres.
Se formó en el linaje Shangpa-Kagyü y, siguiendo las indicaciones de sus maestros, desde al año 2014 comparte su práctica del Dharma con alumnos de toda España.
Libre de la maraña de conceptos, creencias y teorías; libre del fardo cultural, del adoctrinamiento educativo, de las tradiciones religiosas y sociales, procura vivir con
sencillez, sin confusión y sin máscaras, en quietud y en paz, sin nada que perseguir ni nada que aferrar.
Sin miedo ni esperanza, con serena alegría, vive olvidado de sí, en la simplicidad, más allá de creencias y teorías, aunque muy atento a lo que la vida va trayendo.
Aquellos que comparten algún trecho con él encontrarán un compañero leal en el camino de la experiencia de «lo-que-es», en el camino hacia el Des-Cubrirse en el
«sí-mismo».
Liberados de las ilusiones y de la ilusión, incluso de la ilusión espiritual, lo que nos quedará es la libertad en armonía y en paz.
¡Qué Maravilla!
¡Crezca el Amor en las diez direcciones!