Ciudad Juárez, en el estado mexicano de Chihuahua, vivió una pesadilla que duró desde 2008 hasta 2011. Sus calles se bañaron de sangre y las víctimas mortales se cuentan por cantidad cercana a 10,000. Esta zona de guerra, a su vez, produjo miles de viudas y huérfanos, para quienes la vida debe continuar, pero ahora sin el sustento económico que proporcionaba el occiso jefe de familia. A esas víctimas indirectas, a su realidad y al compromiso que le atañe al Estado Mexicano, el autor se ha avocado en una investigación empírica con datos duros.
El proceso y el resultado de dicha investigación no solo refutan varias de esas “verdades”, sino que evidencian la enorme distancia entre el discurso oficial de los programas asistencialistas y el reto auténtico contenido en las inatendidas necesidades de todos y cada uno de los acreedores de esta ola de violencia. La venganza que amenaza con reeditar ese periodo sangriento es el verdadero desafío para el Estado mexicano. Los responsables de generar las políticas públicas que atiendan este lastre socioeconómico, encontrarán en esta obra un referente confiable.