Alprazolam es un fármaco derivado de las benzodiazepinas que se utiliza para el tratamiento de los estados de ansiedad, las crisis de angustia, el pánico y el estrés. Este libro lleva como nombre ese fármaco debido a que la poesía y escribir, a veces, se convierten en ese bálsamo que puede contener todos los estados y emociones.
Encontramos un libro intimista, valiente, que desnuda por completo al autor y lo sumerge en sus fobias y filias, donde emergen los monstruos y los recuerdos, las vivencias y las perdidas.
Continuando con la línea argumental de su primer libro:
Poesía de Crisis: Derecho a la tristeza, el autor sale al rescate de la belleza de esos “sentimientos malos” en mundos perfectos y vidas perfectas tras el velo de las redes sociales.
Un libro nacido de la inspiración más pura, donde el autor ha querido mantener esa pureza no encorsetando los poemas en teoremas literarios, tradicionalismos o vanguardias.
Así pues, no sigue unos principios estructurales o métricos, sino que el verso es libre y el peso recae en el ritmo.