Quién iba a decirle a Lara, a sus veinticuatro años, que la vida, tal y cómo la había conocido siempre, ya nunca volvería a existir, que una tarde fría de invierno acabaría por lanzarla a la oscuridad y haría que apenas pudiese respirar. Ya no siente, ya no vive, ya no puede volver a ser feliz. Está perdida y solo sabe fingir. Hasta que llegó él…
Esta historia está llena de dolor, de miedos, de tristeza, de querer creer, de canciones, de amor, de la importancia de saber gestionar los miedos y el vacío. Esta historia es el camino para creer en ti mismo sin necesidad de que nadie lo haga por ti. Porque ¿qué sería de nuestra vida si nosotros mismos no estuviésemos orgullosos de lo que somos? ¿Qué sería de nosotros si no sintiésemos lo que vivimos? ¿Qué sería de nosotros si por culpa del miedo le diésemos la espalda a las cosas que van a hacernos felices? ¿Qué sería de nosotros si nunca llegásemos a ser capaces de ver la luz que llevamos dentro?