Los personajes se suceden, pero la historia es la misma, gentes anónimas que se significaron, que salieron de sus vidas anodinas para convertirse en protagonistas de sus historias. Gentes, como nosotros, a los que la vida les dio la oportunidad de dar un paso adelante y lo hicieron, para ser los capitanes de sus aventuras. Reunidas todas en torno a un barco, el Albatros III, un mercante reconvertido, como ellos, de corderos a lobos, para dar entre todos una sinfonía de amistad, amor, vida y acción. La que requiere la vida.
Nuevamente una novela excelente y seductora, donde Manuel Acosta Más deja su sello personal con maestría. Un libro que plasma la crueldad de la sociedad en la que habitan los personajes y, a la vez, la esperanza, en esta propuesta literaria que habla de lo real y auténtico de las relaciones humanas, dejando ver cómo se van construyendo los lazos afectivos. Mientras en el exterior de la singladura marinera el mundo cambia, y en algunos países, de forma turbulenta.
Una novela que habla de la verdad de las vidas y del porvenir que, en algunos casos, se quedó en el pasado, cuando este se rompió. Y de las maneras en que los amigos suman. Para que aquellos que se quedaron anclados vean el cielo, que es donde debemos estar; todos. ¿Y quiénes fueron esas gentes?, gentes en el río de la vida, como nosotros.
Y ahora disfruten con una novela que no deja indiferente. Porque está construida con todo lo que una novela debe contener, como todo lo que contiene un día, incluida la noche. Y las escaleras que nos bajan al infierno, y los sueños que todo ser humano debe poseer.