La vida acaba siendo el revoltijo de huellas que te deja el tiempo; el cúmulo de sensaciones que se graban en la memoria y resisten al paso de ese tiempo. Momentos que el amor te dio y te quitó, cincelados por un corazón abierto a la emoción y diluidos o conceptualizados por la razón con el paso de los años. Momentos, también, de una realidad social en un mundo del que es difícil sentirse ciudadano, captados en un tren de cercanías… Las huellas de la vida son momentos.
Este poemario es un paseo por esos momentos que han dejado su huella imperecedera en el tiempo. Un paseo por las emociones que los originaron. Un vistazo por el retrovisor a nuestra vida que lo convierte todo en reciente o cercano; incluso en un permanente presente. Momentos con los que todos, seguro, nos identificamos y nos emocionamos.