Criado en un amor forjado desde lo más bello, Gallahad creció buscando aquel amor que le perteneciera. Un amor puro como ningún otro. Comenzó a temprana edad en su búsqueda, perdiéndose en el camino en un mundo donde el amor era más una excusa que un sentimiento. Fue así como comenzó su aventura de amor y desamor, plasmando cada amor en una hoja como prueba de que vivía, de que buscaba sin encontrar sin más a aquel amor, amando paisajes, atardeceres, inventando mundos donde este existiera, avanzando de a poco entre desamores y amores, creando su propia historia, forjando nuevos pensamientos y horizontes sin perder la esperanza, hasta encontrarse con un espejo en los ojos de su amada, donde al fin pudo ver ese amor que tanto buscó. Y aunque ese amor no le correspondía, amó con cada parte de su ser esa esencia tan bella y única de su amante.