Los medios de comunicación públicos están inmersos en una nueva era fluida posdigital, la cual crea ecosistemas socioeconómicos inteligentes más evolucionados que la era digital. Las tecnologías mutan de forma constante e inteligente: fluyen, aprenden y desaprenden en una [neo]democracia dictatorial tecnológica en la que ser humano y máquina cohabitan. El papel que juegan las personas consumidoras-creadoras-emisoras de contenidos en la sociedad de hoy exige reformular esta y los medios públicos, así como sobre su razón de ser. Tal introspección necesita de una reflexión holística y desde distintas ciencias implicadas de forma transversal: no a los dogmas aislados y rígidos. Para este fin, el hilo conductor es la metáfora, ya que es una estructura cognitiva central que ofrece la adecuada comprensión de la realidad. La relación espaciotemporal es el eje central de la era de hoy. Los medios de comunicación, como servicio público, deben generar novedosos paradigmas y nuevos conceptos: ecosistema socioeconómico inteligente y era fluida posdigital han de tomarse en consideración. La volatilidad y adaptación constante a las realidades sociales, al tiempo-espacio bilógico y artificial abarcan dimensiones comunicativas muy distintas a las de hace una década. La COVID 19, la guerra en Ucrania (2022), la guerra entre Palestina e Israel (2023), o las NTIC, han mostrado la obligada adaptación de los medios en su relación con la ciudanía. A riesgo de perder la razón de su existencia. Así, las relaciones humanas híbridas basadas en la IA dan paso al ser humano posdigital, a la neodictadura tecnológica de las máquinas inteligentes, al individualismo 4.0; y que, entre otras dimensiones, forman parte de la nueva realidad humana.