CÍRCULO ROJO.- José María Campuzano García-Bárcena comenzó a escribir a los 16 años. Fue a través de la traducción de las letras de Bob Dylan, que comenzó a redactar sus primeras líneas. Después de un proceso creativo y lento, publica ‘Tramas de la memoria’.
“Quizá destacaría el tono de desencanto, o peor, casi resignación en algunos casos, por las batallas perdidas y los sueños rotos. El ocaso de las ilusiones que avanza paralelo a la salida del mercado de trabajo y la llegada del tiempo libre, esa sensación de que poco se espera ya, salvo una retirada a tiempo y con cierta dignidad. En el aspecto formal, de la construcción poética, he prescindido de las comas en busca, al menos en cuanto a pretensión de partida, de que el lector participe de forma más activa en el poema, con más concentración si cabe, y se involucre en el sentido y el significado siendo parte activa de los mismos”, expresa el autor.
Publicada en Círculo Rojo, Grupo Editorial, el lector va a encontrar, según las palabras del propio autor, “una invitación a recorrer de nuevo esos lugares comunes a todos, que nos van modelando con el tiempo, a adentrarse en los rincones que nos impulsan a vivir con intensidad y entereza pese a las frustraciones y los fracasos que jalonan nuestra existencia, a recoger la vieja ropa sucia de los sueños rotos, lavándola después en la lluvia, y a ponerla a secar, ya limpia y con olor a fresco, otra vez, como si fuera nueva”.
SINOPSIS
Una mirada desde lo universal que encuentra refugio en la excusa de lo personal. El recuento de sombras recurrentes, pasadas y futuras. Ese acercamiento desencantado a la realidad que se escapa deprisa, para reproducirse otra vez más adelante. Tal vez la despedida, larga y serena, que reescribe el relato del camino, cada huella grabada en la ansiedad del tiempo. Es la tarde sentada a la orilla del río donde se sumió el agua. El andamio de sueños que apuntala las paredes del aire. También a ratos, la llama que se enciende con el olor a gasolina.
Así debió de construirse la trama y el recorrido de estas páginas, pero, sinceramente, no lo sé. Y tampoco quiero saberlo, por supuesto.
AUTOR
Tramas de la memoria es el segundo poemario de José María Campuzano García-Bárcena (San Felices de Buelna, Cantabria, 1959), que ve la luz cinco años después del primero, al que tituló Calles sin sombra.
Podría pensarse que se trata de un autor con vocación tardía, o que tiene la afición de relegar el oficio de escribir a los ratos perdidos dentro de sus cotidianas ocupaciones del día a día.
No es así. Su obra comienza allá en la temprana juventud y se desarrolla de forma regular a lo largo de toda su vida, sin que se sintiera atraído, hasta estos últimos tiempos, por dar a conocer sus poemas y publicarlos.
No estamos, por lo tanto, ante un poeta asiduo a los certámenes, galardonado con premios y conocido más allá de su entorno más cercano. Su obra emerge tímida y a la vez muy próxima, pegada a la piel, como un susurro que no pretende alzar la voz, y sin embargo arremete con fuerza contra todas las injusticias que conviven con ella y con las que cotidianamente se ve cara a cara.
Una obra que surge al calor de las pausadas lecturas de Pessoa, la fuerza rupturista de Bob Dylan, la sobriedad profunda de Juarroz, o la belleza lírica de lo cotidiano que reposa en los versos de García Montero, por poner algunos de los autores que más sigue.
Cree, como Celaya, que la poesía ha de tomar partido hasta mancharse y que es, o debe ser, una potente arma de transformación social.
Estamos, por todo lo señalado anteriormente, ante un autor que hunde sus raíces en la tierra de la que nace, su Cantabria rural y apegada a la naturaleza, donde los más desfavorecidos levantan la voz sin perder de vista a la mar de sus costas y a la nieve de sus montañas.
Una obra escrita con la pausa, la distancia, el espíritu crítico y la libertad que da la cercanía con el último tramo de la vida.
Una obra a la que aún quedan muchas páginas por escribir.