Como bien aclara el autor del prólogo de este libro que procedo a reseñar, Mimetia: los archivos crípticos, una maravillosa obra escrita por Zack Lenders y publicada recientemente por la editorial Círculo Rojo, y como bien señala el propio autor en su biografía, la influencia del ya mítico escritor estadounidense H. P. Lovecraft es más que evidente en sus páginas, sobre todo por su conocido concepto de «horror cósmico», fruto del choque entre la realidad cotidiana y mundana en la que suelen vivir sus personajes y una pléyade seres monstruosos pero inteligentes que son incapaces de hacer encajar en lo que consideran real; y esto, a menudo, termina llevándoles a la locura más angustiosa.
Es más, el propio autor, en la sinopsis de la obra, lanza una pregunta que guarda estrecha relación con esto: «¿Qué situación te produciría más incomodidad si caminas solo por una calle de madrugada: toparte con una entidad desconocida o con alguien de carne y hueso que se dirige decididamente hacia ti?». Y es que, si hay algo que realmente nos produce terror, más que los monstruos gigantescos ideados por Lovecraft, es la propia realidad en la que vivimos, que a veces, por motivos a menudo incomprensibles, se convierte en algo terrible. Es lo que los estadounidenses califican como «stranger than fiction», más extraño que la realidad, o lo que alguien calificó como «extrañeza inquietante», a lo que luego volveré.
En torno a estas ideas giran los relatos que componen Mimetia: los archivos crípticos, que, curiosa y significativamente, están construidos como si se tratase de reportes que alguien —o algo— está haciendo sobre una serie de casos. Como es lógico, no puedo desvelar en exceso el contenido de este libro ni les puedo confirmar si hay relación entre ellos… pero sí me gustaría resumir de forma muy breve cada uno de las tramas, para que se hagan una idea mejor de en qué consiste esta brillante obra.
El primero, Asma, cuenta la extraña historia de una niña con problemas respiratorios, aparentemente, pero que pronto comienza a mostrar un comportamiento anómalo. Noctámbulas narra la extraña experiencia de una chica que, tras salir con un grupo de amigas durante una noche de fiesta, sufre una agresión por una entidad desconocida. La corte de los ingenieros cuenta la historia de Otis, un estudiante de ingeniería cuya vida toma un giro inesperado tras la muerte de su abuelo, con un oscuro pasado en la Segunda Guerra Mundial, donde formó parte de un grupo secreto involucrado en experimentos terribles. La arboleda se centra en la inexplicable desaparición de Luc Blanchard, un joven apasionado por la naturaleza y la fotografía, en un bosque lleno de leyendas mágicas y misteriosas. Reminiscencia es una historia conmovedora que se desarrolla en el marco de una tranquila vida rural interrumpida por la desaparición de Greg, un anciano que sufre de Alzheimer; a medida que la narrativa se desarrolla, se revela que la vida de Greg es mucho más compleja y enigmática de lo que inicialmente parece, especialmente tras el avistamiento de objetos voladores no identificados… Deppepp We cuenta la historia de Jax y su equipo mientras intentan rescatar a un tal Henry Connor, un exsoldado y francotirador excepcional que ha sido secuestrado por un grupo cibercriminal conocido por sus macabras retransmisiones en la red profunda. El Viajero narra la epopeya existencial de Leslie, el encargado de mantenimiento en un complejo tecnológico cuya vida cotidiana toma un giro brutal tras quedar atrapado en un ascensor que lo lleva a una dimensión desconocida y aterradora. Jade esta protagonizado por Daniel, un atleta dedicado y apasionado, que decide explorar una cueva misteriosa, la cueva de las luciérnagas, debido a los destellos verdes que emanan de su interior. Estrella Fugaz narra la trágica historia de Nassoumi, Seung Kang Jeon y su hijo Hwan, una familia que enfrenta una inesperada y misteriosa tragedia, cuando, tras un idílico picnic familiar, se topan con un deslumbrante resplandor azul, que precede a un trágico accidente que lanza su coche desde una autovía elevada. S.O.S narra la vida y crímenes de Bill Anderson, apodado Schizo, un despiadado asesino en serie que desaparece tras un accidente de transporte mientras estaba bajo custodia policial. Troposfera se centra en la figura de Kirk, un exitoso ejecutivo que adquiere un misterioso libro con jeroglíficos indescifrables y dibujos de criaturas abstractas, que despierta su curiosidad, y que sufre un encuentro cercano con una nave alienígena. Interestelar gira en torno a la vida de Franz, un joven enfermero que encuentra los restos de lo que parece ser una cápsula espacial, en cuyo interior hay una cámara que contiene unas grabaciones que sugieren la presencia de vida extraterrestre y muestran una serie de eventos inexplicables que parecen haber sido grabados por astronautas. Agujero de Gusano sigue la historia de William, un tipo que tiene que investigar un extraño accidente espacial que podría estar vinculado con un equipo de astronautas conocido como Interstellar, que había perdido la comunicación durante una misión para investigar una nave espacial no identificada cerca de la Estación Espacial Internacional. Adimensional cuenta la vida de Lydia, una médium con un don especial para comunicarse con el más allá y con entidades espirituales, incluido el espíritu de su difunto padre. Metamorfosis, la historia de Ashley Winters, una estudiante apasionada por la música, que documenta sus experiencias personales, relaciones y conflictos internos en su diario en línea; la trama se complica con la aparición de unas figuras misteriosas que irrumpen en su casa. Y por último, Revelaciones, relacionado con el anterior y narrado a través de una transcripción de audio hallada en el móvil de Ashley. La trama se desarrolla en un entorno desconocido y posiblemente en otra dimensión, donde Ashley y su hermana Chloe se encuentran con una entidad alienígena llamada Dugz…
Un aspecto que merece la pena comentar es que todo el arte de Mimetia está generado a partir de inteligencia artificial, algo que, claro está, ha revolucionado por completo tanto el mundo editorial como el mundo del diseño. No es plan de entrar en ese debate tan acalorado, pero lo cierto es que, en este caso concreto, el uso de esas imágenes es más que acertado para los fines que se plantea el autor, algo que, de otro modo, hubiese resultado más que complicado. Es más, todas esas fotografías están íntimamente relacionadas con las distintas tramas…
Desde una perspectiva puramente literaria, la obra destaca en muchos aspectos. Por un lado, por la trabajada, seria y rigurosa prosa que impone el autor, totalmente acertada para su objetivo de hacer pasar estos relatos por informes reales de sucesos registrados; por otro, por su capacidad para generar suspense y terror, y para inundar la mente de sus lectores de esa extrañeza inquietante que recorre transversalmente esta obra, a lo que contribuye otro de sus grandes logros: la creación de los personajes, riquísimos, poliédricos, complejos, perfectamente descritos y trabajados, sobre todo en lo relacionado con sus mundos interiores —y qué mundos— y en su propia evolución conforme se desarrollan las tramas. Pero también hay que destacar la extraordinaria imaginación del autor, que se manifiesta en los numerosos elementos fantásticas y sobrenaturales aquí presentes, de muy diverso tipo, por cierto, ya que, si bien hay mucho del horror cósmico de Lovecraft, también hay historias con elementos más paranormales o más cercanas a la ciencia ficción clásica.
Además, como el propio autor comenta, en el libro se aprecian también homenajes tanto al maravilloso fenómeno de los creepypastas —ya saben, esas leyendas urbanas 2.0 terrorificas que de un tiempo a esta parte se han puesto tan de moda por la red, entre las que cabe mencionar por su fama la de Slender Man—, como al subgénero del found footage («metraje encontrado»), es decir, el supuesto hallazgo de algún material visual supuestamente firmado por los protagonistas de la obra o por otras personas.
Por otro lado, he de decir que a mí me ha recordado en muchos aspectos a la mítica serie de televisión The Twilight Zone, conocida en España como La Dimensión Desconocida, creada por el simpar Rod Serling, que a la vez ejercía de narrador y de maestro de ceremonias, y compuesta por pequeñas historias con moralejas, finales inesperados y muchísima mala leche.
Sin duda, Serling ha encontrado, cincuenta años después, un digno heredero en el autor de este libro, Zack Lenders, que ha hecho suyo, quizás sin saberlo, un concepto genial que desarrolló el filósofo Friedrich Schelling y que ya he comentado anteriormente de pasada: se trata de lo que denominó unheimlich, que se podría traducir como «extrañeza inquietante» y que este idealista pensador definió como «lo que debía haber quedado oculto, secreto, pero que se ha manifestado». Lo ocultado, lo escondido, lo que reina en esa dimensión desconocida y que, de vez en cuando, se muestra, provocando desasosiego, confusión y pavor. Pero ese espanto atávico no se muestra en lo excepcional, sino en lo cotidiano, de ahí la contundencia con la que golpea la mente de los televidentes y lectores, de ahí que los protagonistas de Serling y Lenders sean, generalmente, personas corrientes y mundanas que se enfrentan, casi siempre sin venir a cuento, con la aparición, con la manifestación, de algo anormal dentro la cotidiana normalidad. Son víctimas —o cómplices— del unheimlich.