<<Tendilla, como otros pueblos de su comarca (Alhóndiga, Aranzueque, Loranca; Pastrana, Romanones…), aparece enclavado en una de laderas de un estrecho valle que un pequeño ¡riachuelo erosionó a lo lardo de miles de años. Con su intencionada orientación, sus fundadores buscaron disfrutar del sol del mediodía. Esta ubicación ni fue caprichosa ni casual, pues responde a su decidida voluntad por conocer suficientemente el terreno y el clima de la zona. Sabían que tenían que protegerse de los crudos inviernos propios de la Alcarria, aprovechándose de la mayor cantidad de horas de insolación.
Además, debían cubrir fácilmente sus necesidades básicas diarias, un objetivo fundamental de cualquier comunidad. Por ello, tendría que tener en su cercanía una corriente de agua que les abasteciera fácilmente de este elemento vital sin tener que desplazarse muy lejos, de la misma manera que combustible y caza abundante que garantizaran la supervivencia del grupo.>>