Todo el libro gira en torno a la figura de Silvia, una mujer espectacular a la vista de todos, tanto física como psicológicamente. A lo largo de su vida suceden muchas cosas. Tras tener a su hija Laura y volcarse en ella, su marido, un adicto al sexo, empieza a buscarse placer fuera de casa. En ese momento, Silvia descubre sus poderes telepáticos, y su esposo, lleno de impotencia por ser siempre descubierto, da rienda suelta a su agresividad y comienza a maltratarla. Ahí comienza una rueda de mentiras, infidelidades, maltratos y perdones que termina con un brutal accidente de coche en el que el marido y la niña mueren, y Silvia queda gravemente herida.
Silvia se recupera gracias a novedosas cirugías practicadas por cirujanos pioneros y se somete a terapias innovadoras, tras las que intima con sus doctores. Comienza entonces una nueva etapa en la que vuelve a enamorarse, disfruta del sexo y se nutre culturalmente.
Aprovechando sus capacidades telepáticas, los doctores, activistas del independentismo, la llevan como observadora a las reuniones en las que el Gobierno español y el catalán trataban de llegar a acuerdos… Silvia, que, como parte de su terapia, debe anotar todo en un diario, se convierte tiempo después en un objeto de búsqueda muy codiciado.
Justo cuando su vida parece rehecha junto a Ester y su negocio de la peluquería va viento en popa, Silvia desaparece tras denunciar el asesinato de María, una de sus clientas, también víctima de malos tratos.
Ahí comienza una interesante trama que discurre de forma muy emocionante hasta que se descubre que la protagonista ha sido escondida por uno de los médicos, quien era consciente del peligro que corría por su participación en aquellas reuniones relacionadas con el proceso independentista. Salen a relucir intereses políticos, mentalidades encontradas y comportamientos policiales al servicio de uno y otro Gobierno.