Todo comienza con el descubrimiento de un habitáculo secreto durante la reforma de una mansión modernista en la zona alta de Barcelona. A partir del hallazgo de una serie de evidencias en el interior de un baúl (cartas con amenazas de muerte, un croquis con una dirección muy concreta, una jeringuilla usada…), se encenderán las alarmas que harán temblar los pilares sobre los que se había edificado la cristiandad.
Un investigador muy avezado no cejará en su empeño por desenmascarar la solución del enigma. Enseguida se topará con una brillante abogada, el yin y el yang, la cual se convertirá en aliada hasta los confines del más allá. Una bella historia de amor, abrazada por la magia y la química de las dos almas gemelas, y repudiada por cierto sector. La pareja de detectives removerá cielo e infierno (pagando un peaje) hasta conseguir resolver el misterio escondido desde hacía casi un siglo. La actuación del tercer testigo fue trascendental para desenterrar las piezas clave.
La lucha del bien contra el mal, y viceversa, será una constante en el transcurso de esta novela de ficción. Elizabeth y David lograrán esclarecer la verdad acerca del accidente fortuito que sufrió el genial arquitecto.