“En el año 1579 el pirata Drake atravesó el estrecho de Magallanes, que España tenía casi en el olvido, y cayó de sorpresa sobre los puertos más importantes del Pacífico, arrasando con El Callao, el centro neurálgico del virreinato del Perú, saqueando las naves cargadas de oro y plata. El virrey, en su desesperación, ordena al capitán Pedro Sarmiento perseguirlo y matarlo, explorar el estrecho y fundar ciudades fortificadas que impidan el paso de los enemigos. De esa manera, Don Pedro, uno de los hombres más cultos de su época, se abraza a nuevos sueños y desafíos, que lo llevan a participar de los engranajes geopolíticos de la época.
Esta es una obra compuesta por “cuentos encadenados”, independientes entre sí, aunque con continuidad cronológica”.
Antonio Pardo (Literarte)
“Luego de los sucesos de El Callao, una flota punitiva fue enviada por el virrey del Perú en persecución del pirata inglés Drake. Entre los capitanes de mar que lo encabezaron, figuraba Pedro Sarmiento, navegante y cosmógrafo, que ya se había distinguido años atrás en los descubrimientos de Guadalcanal y las islas Salomón. Ya tenemos, pues, a la época y al hombre destinado a producir hechos extraordinarios:
un hombre de excepción en un momento histórico igualmente excepcional, que nos muestra a una España débil en su opulencia (…) y como contrapartida, una Europa envidiosa de tanto esplendor y, sobre todo, dispuesta a no consentir que tal estado de cosas se perpetuara. El juego y la interacción de tanta influencia, de tanto poder, ha de concentrarse sobre un punto casi miserable del planeta: el estrecho de Magallanes. Y habrá de ser sobre un hombre, Pedro Sarmiento, sobre quien recaerá la sobrehumana tarea de neutralizar intereses tan encontrados…”
Jorge Fernández (Análisis de las causas…)
“¿Un genio, un loco, o qué? Estará en cada uno el discernirlo. Para mí, Pedro Sarmiento fue ambas cosas; además de héroe, científico y hombre de letras y de espada. Una personalidad tan compleja y multifacética como su vida misma, la cual quemó en aras de una utopía. Un hombre que vivió entre la ciencia, la tenacidad y la mala suerte.”
Juan Carlos Serqueiros