Francisca Isidra Montes, nacida en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) en 1952, madre de dos hijos, autodidacta, diplomada en lengua francesa, traductora, enamorada de la literatura del XIX y XX francés (Víctor Hugo, Zola, Flaubert, Proust, Michel Butor, Albert Camus…), Gorki y sus universidades, que, en cierto modo fueron también las mías, y Pío Baroja. Admiro la naturaleza en toda su dimensión: cielo tierra. La inteligencia de Pasteur me instruyó, Marie Curie me motivó, Maquiavelo me abrió los ojos con su príncipe, Voltaire me hizo reír. El compromiso de Concepción Arenal, Hélder Cámara, Óscar Romero, Gandhi… Y, fuera del tiempo, Jesús de Nazareth. Apasionada por la arquitectura romana, el pensamiento griego (en el que entré a través de Julián Marías), la ancestral cultura china, la arqueología y la geología: me gusta ir a las raíces. ¿Un hobby? Las telas, me inspiran y motivan.
Tierra de oriente y occidente abarca un periodo que va de 1948 a 1982. Se escribió entre la primavera y el verano de 1986. En julio de 1987 se visitaron las localizaciones. En 1989, cuando caía de muro de Berlín, se escribió el canto del adiós.