La novela nos relata cómo Daniel, después de un terrible accidente que lo deja varios meses en coma, regresa a la vida para abordar una nueva manera de interpretarla cuando conoce nuevos amigos. Con ellos descubre que es un ser con dones especiales. Le animan para enseñarle a despertar su gran poder interior. Juntos, comparten experiencias y temas de conversación que le hacen reflexionar sobre el milagro y los misterios de la vida, tomando consciencia de su fragilidad y su vinculación con el universo. Se entera de realidades que rompen sus propios paradigmas. En su crecimiento espiritual, conoce el amor y aprende como puede vibrar en una frecuencia más elevada que le permite conectarse con la energía del universo. Intuye que la muerte no es el final, sino parte del ciclo de la vida. Cuando le muestran la cara del mal, asume los retos que pueden ayudar a evitar la desaparición de la raza humana y retomar el camino de la evolución hacia un ser místico.