Este es el homenaje a una tierra viva que rebosa tradición. Nuestra tierra.
La que pelea y saca fuerzas de sus entrañas para mantener despiertos a nuestros antepasados a través de su historia y la que no los dejará morir si perpetuamos en ella una huella escrita, logrando así que perdure en el tiempo todo aquello que algún día nos contaron, lo que vivimos con ellos, lo que nosotras sentimos en esos mismos lugares ahora, en otro tiempo, dejando así que no muera el recuerdo.
Prosa y versos que al leerlos os hagan revivir las manos del artesano en el barro, trenzando una pleita de esparto o tejiendo retales para convertirlos en jarapas.
No olvidar esas historias de amor, de tradición, de leyenda.
Que las palabras nos lleven a perdernos en este paisaje, sintiendo así el calor del desierto, el olor de una playa, el sonido de una acequia.
Pinceladas que dejan la puerta abierta a seguir descubriendo,
a seguir sintiendo NÍJAR a través de otros ojos, queda mucho por contar.
¿Te atreves a conocer este lugar?