Fernando, después de gozar del éxito profesional y familiar se ve enfrentado a un grave conflicto judicial que lo lleva a la cárcel. A través de un diario íntimo, con sus reflexiones personales y cartas a su esposa, escrito en el lapso de un año, el autor realiza una honda reflexión acerca de este vuelco dramático en una etapa avanzada de su vida. Sin embargo, influido por su concepción espiritual de la existencia, donde el presente es el fundamento, el tono de la obra no alude a la victimización sino a un permanente aprendizaje y la práctica cotidiana de la humildad, solidaridad y generosidad. Si por momentos, y naturalmente, se percibe la tristeza, la soledad o el disgusto, siempre se resuelven acudiendo a la observación de este proceso y a los robustos lazos familiares.
Este diario cautiva con un lenguaje sencillo y culto, donde se hacen constantes referencias musicales, literarias y personales, creando una atmósfera, que a pesar de los muros, puede renovarse con el aire fresco de un sensual recuerdo, de una sonata, el comentario sobre un buen libro o una actividad pedagógica hacia otros presos.
Así, de lectores testigos, nos vamos transformando en compañeros de este viaje a la profundidad de una experiencia, con sus rutinas, mutaciones, esperanzas y desesperanzas. Una hermosa convocatoria hacia los límites del cuestionamiento sobre las prioridades en la vida.
Ana María Devaud
Guionista y escritora