A lo largo de la vida, vivimos muchas situaciones que conforman nuestra experiencia personal y vital. Nos forman como personas y hacemos que esas historias formen parte de nosotros mismos. De esta manera, los textos que componen esta obra forman parte de mí, de mi crecimiento personal y de mi desarrollo individual. No obstante, cada trocito que he dejado escrito durante cuatro años de mi vida puede llegar a formar parte de vosotros, lectores, porque todos tenemos una historia detrás para contar.
¿Nunca has escrito unas líneas cuando has estado inspirado? ¿La escritura no es una forma de desahogo personal? ¿Esos pequeños trocitos de papel no forman parte de ti? Todo ello es lo que me ha llevado, desde muy pequeña, a mostrar una pasión por la lectura, porque gracias a los libros he conseguido llegar a resolver problemas internos, y me han ayudado a identificarme con muchas otras experiencias que tanto asociaba a las mías propias. Esto mismo ocurre con la escritura, porque solo ella tiene el poder de realizar una introspección de ti mismo y la fuerza de proyectarlo en los demás.
Desde pequeña, supe que los libros eran un elemento indispensable en mi mochila de viaje, pero nunca llegué a pensar que ese libro podría ser el mío. Por fin, a los 21 años me animé a haceros llegar todos esos fragmentos de mí que pueden llegar a haceros sentir lo mismo a vosotros. Ser escritora era todo un sueño para mí, y ahora mismo puedo deciros, queridos jóvenes escritores, que los sueños se cumplen.
Hace casi cuatro años de los inicios de esta obra, que a su vez comenzó con mi vida universitaria, la cual me ha ayudado mucho a fomentar y a crecer en este ámbito. Estudio Filología Hispánica, aunque en secundaria me decanté por la rama científica. ¿Por qué lo hice?, me pregunto muchas veces. Y la verdadera respuesta, que espero que encontréis inmersa entre estas páginas, es que la impulsividad también forma parte de mí. Si siempre quise ser de letras, ¿por qué me metí en ciencias? Y la respuesta la encontré a lo largo de estos cuatro años. Porque me gusta lo difícil, me gusta el esfuerzo, me gusta llegar al límite para poder descartar del todo lo que no me gusta. No soy una chica sencilla, a la vista está, pero sí soy una chica que lucha por sus sueños y su triunfo, cueste lo que cueste, porque, como un texto de esta obra dice, todos nuestros cambios los creamos nosotros.