LA ATENCIÓN PLENA (MINDFULNESS) en la infancia facilita una mayor capacidad de concentración y de calma, su práctica ayuda a gestionar las emociones, a encontrar tranquilidad y equilibrio, todo ello redunda en un desarrollo más armónico y mejores relaciones con los demás. Mediante la práctica de la Atención Plena la mente se torna más capaz de observar la experiencia, dando a las vivencias mayor profundidad. Después de una sesión de Atención Plena los niños y niñas se ven más descansados, más positivos, aumenta su curiosidad y están más receptivos hacia nuevos aprendizajes. APRENDO A CALMARME Y CONCENTRARME ofrece un programa de fácil ejecución tanto para ámbitos escolares, como para familias o tutores, así como asociaciones y clubes juveniles. La estructuración en tres bloques de dificultad creciente, con un promedio de 25 actividades en cada bloque, proporciona un plan de trabajo práctico y ameno en la enseñanza de la Atención Plena.