Susana Rodríguez Fernández llegó al mundo en la bella región de Asturias en 1971. Desde pequeña mostró una conexión especial con la naturaleza, que se convertiría en su principal fuente de inspiración y refugio a lo largo de su vida.
Muy pronto descubrió su pasión por la escritura, un medio que le permitió plasmar sus vivencias y transformar sus emociones en poesía de manera íntima y personal.
Actualmente, Susana vive en Madrid junto a su esposo y sus tres hijos. Su vida dio un giro drástico cuando su hijo mayor, el protagonista de este libro, falleció a causa de un tumor cerebral. Esta desgarradora experiencia la llevó a escribir desde lo más profundo de su corazón, compartiendo su dolor, sus aprendizajes y su lucha contra el cáncer infantil.
Durante la enfermedad de su hijo, Susana conoció en el hospital a Patricia, quien es hoy su mejor amiga. Patricia es madre de Iván, un paciente oncológico cuya historia guarda similitudes con la de Enrique. Sin embargo, los padres de Iván, con un coraje inquebrantable, buscaron otros médicos que sí lucharon por la vida de su hijo, y hoy él sigue con nosotros.
Susana escribe con el alma, combinando la sencillez de lo cotidiano con la profundidad de sus pensamientos. Su obra refleja tanto el espíritu indomable de la naturaleza asturiana como la sensibilidad de una mujer que, a través de cada palabra, encuentra una forma de compartir su visión del mundo.