Hace más de diez años, alguien me pidió que organizara una actividad en un campamento escolar en la que había que completar un calendario. La propuesta era sencilla: realizar un taller de cuentacuentos. Solo tenía que buscar dos o tres historias en Internet, aprenderlas y contarlas a un público agradecido.
Sin embargo, tras revisar numerosas páginas y leer muchas historias, ninguna terminaba de convencerme. Fue entonces cuando pensé: «Voy a escribir mi propia historia». Así nació mi primer cuento, El experimento, y, con él, comenzó un proceso creativo que fue y vino hasta completar más de cincuenta relatos.
A lo largo del tiempo, he participado en varios concursos de relatos y he escrito dos musicales, uno de los cuales, Thiono Rerul, fue llevado a escena con gran éxito de acogida entre el público. Y, sobre todo, he seguido contando en este formato todo aquello que pasa por mi cabeza, con las mismas ganas del primer día.