Se trata de un viaje íntimo de la autora a través del miedo a la muerte y la enfermedad, mediante el cual descubre un sentido más profundo y espiritual de la vida.
Al enfrentar su diagnóstico de cáncer de mama, se plantea para qué le toca vivir eso, y en el camino va encontrando respuestas. Sugiere que la enfermedad está relacionada con nudos y conflictos emocionales no resueltos. Así, invita al lector a mirar más allá del diagnóstico médico y a entender la enfermedad como una aliada para el crecimiento y la transformación personal.
A lo largo del recorrido, entrelaza experiencias personales con elementos de espiritualidad, como la meditación, la astrología y la antroposofía, un camino de conocimiento que le ayudó a dar un giro total a su vida. Desde esa visión, aborda interesantes reflexiones acerca de la constitución del ser humano, la relación entre cuerpo, alma y espíritu, las leyes biográficas y el sentido evolutivo del karma y la reencarnación.
El tono del libro es amable y cercano, logrando transmitir una sensación de paz y aceptación a través de una prosa clara y accesible.
Es una lectura que puede resonar profundamente tanto en quienes han pasado por experiencias similares como en aquellos que buscan respuestas sobre el sentido de la vida.