Quién lo diría, ¿verdad? Haber llegado hasta aquí en este año 2025, viajando y persiguiendo los sueños junto con este reloj de cuentos.
Ya son once las obras publicadas que, tras un camino agradecido y lleno de puro aprendizaje, van quedando a mis espaldas con tanta nostalgia, acompañadas de un trabajo arduo, dedicado, profundo, comprometido y muy meticuloso.
Lo más importante para mí es no haber perdido la ilusión por algo que me nace del corazón de forma tan natural. Agradezco a la vida, a diario, que me lo siga permitiendo y que pueda compartirlo con todas las personas del mundo, de forma tan universal.
Sea cual sea su raza, situación personal o condición, y ojalá sembrando semillas de esperanza que equilibren, aunque sea un poco, la balanza.
Alfonso Campoy Ríos