Me llamo Juan por mi padrino y Manuel por mi abuelo paterno.
Suerte tuve teniendo en cuenta los nombres que se ponían antes.
Digamos que este fue mi primer golpe de fortuna.
Nací en el barrio de Chamberí hace 44 años, aunque criado en Getafe, lo que me confiere la categoría de chulo por partida doble.
Tengo 2 hijas, un gato, una coneja y un coche verde esperanza que espero que sea lo último que pierda. No hice la mili para disgusto de mi madre, porque me hice objetor de conciencia, supongo que siempre he tenido un compromiso por la vida, antes que con la muerte y destrucción. Soy donante de médula ósea para poder darle una oportunidad a otra persona. La última vez que lloré fue cuando me confirmaron su curación. Comprendí que no hay nada por encima de la solidaridad y de regalar vida a otro ser humano.
Amo a mis hijas y a mi familia sobre todas las cosas y aunque pocos, tengo a los mejores amigos del mundo. Soy de abrazar, de sentir mucho y de recordarle a la gente que quiero lo importantes que son en mi vida.
Con la vida tengo una relación amor/odio. Cuando ella me llama yo nunca estoy en casa para cogerlo y cuando le devuelvo la llamada, siempre me salta su contestador.
Cuando yo quiero, ella no, cuando yo amo, a mí no y cuando quedamos siempre uno de los dos llega tarde. Y así me va.
De esta frustración nace la poesía y la necesidad de escribir. Para no reventar por dentro, y porque no puedo pagarme un psicólogo. Amo la poesía desde joven, calándome poco a poco. Desde Gloria Fuertes, Lorca, Alberti…pasando por Luis García Montero o la más joven, Elvira Sastre.
Vivo sintiendo. Y la poesía es el mejor medio para expresar todo lo que llevo dentro.
Si todo esto aún no te da una idea de cómo soy, ahí tienes este libro en el que me desnudo completamente en un ejercicio de sinceridad que me ruboriza, pero que necesitaba hacerlo para cerrar media vida de errores, de pérdidas, y cicatrices, para poder empezar la segunda parte de mi historia, con nuevas ilusiones y esperanzas.
Gracias por atreveros a conocerme.
¡Viva la poesía!