Esta narración es ficcionaria, aunque podría ser realidad con el tiempo. Esto nos lo dirá él tiempo. Es un supuesto viaje al espacio exterior con todo lo que nos podemos encontrar durante el trayecto irreal. Sus habitantes semejantes a nosotros, aunque con algunas premisas imaginarias que podrían ser realidades con el tiempo. Sus costumbres muy diferentes a las nuestras. Siempre por delante de nuestro pensar y tiempo, aunque con una seguridad grande en sus actos, que le hace honor a su estado evolutivo con respecto al nuestro. Se encuentran siglos por encima de nosotros. Ya ni comen, ni hablan. Tampoco tienen orejas (ya lo cuento el por qué y cómo) tienen un dedo menos en las manos. Los pies de una pieza. No sacrifican animales (de esta manera no hay el problema nuestro, en que exista con el consumo animal) para su sustento, tampoco otras clases de alimentos. Aquí no hay personas con dolencias nutritivas, ya que al no tener que comer, no hay personas con ellas. Los viajes por los espacios son posibles, al saber buscar la energía necesaria que existe y ha existido en el espacio. Ya no tienen que buscarla simplemente, captarla por medio de los aparatos que poseen. Su consumo solamente energía lumínica “partículas estelares”. Ya que todo el UNIVERSO es un ÁTOMO. NO HAY PROBLEMA. LOS DIMINUTOS somos en realidad sus ¿descendientes? VIAJANDO A LA VELOCIDAD DE LA LUZ. LAS VIBRACIONES CÓMICAS. LA VOZ DEL UNIVERSO.