¿Existía algún vínculo entre Egipto y los Tartessos? ¿Se podría identificar a los atlantes con los Tartessos? Todo parece indicar que sí. La aparición de la máscara de un Dios egipcio recientemente en unas excavaciones en Andalucía, el pentunculus (brazalete de espinas egipcio solo encontrado fuera de Egipto en Andalucía), la fgurilla del supuesto Dios egipcio Reshef encontrado en Huelva, la arquitectura del templo de Cancho Roano que tiene forma de objeto egipcio, el símbolo de los orfebres egipcios encontrado en el altar de Cancho Roano o la diadema tartesia que remeda a otra egipcia en su totalidad (Ursus), desvelan una serie de datos que llegan a la conclusión de que hubo contactos entre las dos culturas.
Biton, el carpetano, encuentra un manuscrito antiguo en Cancho Roano. En él se cuenta la historia del orfebre tartesio Asurix. En el manuscrito, Asurix narra la extraña muerte de su hija Ofdia y su viaje a Egipto para la coronación del faraón Tsamético III. Pero una serie de muertes en el viaje además del canje por unas cabezas cortadas a los piratas Lukka, dan una vuelta a los acontecimientos en los que Asurix con la ayuda de Pitágoras resolverá con una enorme sorpresa. El enigma trae consigo una serie de acontecimientos que provocarán la huída de Asurix hacia
Tartessos y la inquietante resolución del oráculo de la pitonisa Anglea.