Abrí los ojos el 3 de junio de 1996 en un hospital de Toledo, aunque actualmente vivo en un pueblo de esta provincia llamado Madridejos. Y no nací con un pan bajo el brazo, como se suele decir, sino con un libro entre las manos. He crecido rodeada de ellos, devorando libros desde que empecé a leer. Desde pequeña tenía una gran imaginación: creaba historias increíbles con mis muñecas, amigos imaginarios… y eso me llevó a escribir. Relatos cortos o largos, daba igual. Quería crear una novela igual de buena que Harry Potter y que la gente viajase a mi mundo cuando lo leyese. Conservo varios de mis relatos, ninguno publicado y algunos incompletos, por si algún día vuelve la inspiración. Otra de mis aficiones es el cine, el trabajo que hay detrás de las cámaras. Esta curiosidad, unido a mi facilidad de expresión y la necesidad de llevar mis historias a la gran pantalla me llevó a elegir la carrera de Periodismo y Comunicación Audiovisual, grado que empiezo en la Universidad Carlos III de Madrid.