Un cometa de 3 km2 se dirige a la tierra a una velocidad de 40.000 km por segundo y sólo una persona puede hacer frente a ese peligro que amenaza con aniquilar la vida en el planeta: el presidente de los Estados Unidos. Pero no estamos hablando de Lincoln, de Washington o de Kennedy, sino del temporal inquilino de la Casa Blanca, George Bush. Así que James Spyder, su asistente personal, se pregunta si su patrón estará a la altura de las circunstancias. Aunque Bush considera escasa la trascendencia del asunto, los asesores del presidente son de otra opinión, y tienen que lidiar con George para evitar la catástrofe. Tras valorar distintas líneas de actuación, se concluye una opción de la que dependerá el futuro del planeta. Ajeno a la tragedia, Michael Fernández, catador personal de Bush, se prepara para probar el café del desayuno del Presidente. Sus únicas preocupaciones son dormitar en la despensa y descansar hasta la siguiente cata presidencial, ni por un momento sospecha que ese apacible estado de cosas está a punto de cambiar drásticamente.