De 47 años de edad y nacida en Sevilla, ha dedicado la mayor parte de su vida laboral a trabajar con el colectivo de enfermos mentales con trastornos severo y la necesidad de escribir estas reflexiones surge con motivo del diagnóstico hace 5 años de una esclerosis sistémica conectiva, enfermedad crónica, sin cura y degenerativa. Su vida da un vuelco después del diagnóstico, la incapacitan laboralmente, y empieza su batalla personal por informarse de en qué consiste su enfermedad y sobre todo comienza una lucha interna por superar la tristeza y decepción que le ocasiona la incertidumbre en la que de la noche a la mañana se encuentra después de toda una vida de esfuerzos. Es miembro de la Asociación Española de Esclerodermia y en cada jornada a la que asiste los profesionales insisten a los enfermos en la necesidad de emplear recursos personales para superar las dificultades y a raíz de ahí se da cuenta que el expresar por escrito sus miedos, sus inseguridades,… hace que de una forma no consciente empiece a cambiar de actitudes para superarse, aceptar sus limitaciones y hacer frente al día a día.