Charlamos con Marlis González Torres, la autora de Coaching para opositores: guía práctica para ser opositor, la sensacional propuesta que acaba de publicar la editorial Círculo Rojo.
Pregunta difícil. ¿Por qué opositar? ¿Merecen la pena el esfuerzo, los recursos y el tiempo que hay que emplear para aprobar unas oposiciones?
Sí, merece la pena, por comenzar por la última parte.
Se oposita para conseguir un trabajo aunque no solo; también tiene mucho que ver con la estabilidad laboral, con la posibilidad de llevar una vida digna en la que puedas cuidar de tu familia en caso de que lo necesites sin que te veas amenazado por un despido. En este sentido la Administración pública siempre ha sido un referente de respeto a los derechos de las trabajadoras y trabajadores.
También se oposita para dar cumplimiento a la Visión que tenemos de nosotros mismos: si hay alguien que quiere ser profesor, jueza, inspector, notaria o registradora o catedrática o abogado del estado, etc, todos esos son puestos de trabajo de una Administración pública que requieren para su acceso superar una oposición.
Si a todo lo anterior unimos la seguridad de percibir las retribuciones en el tiempo marcado, aunque estas no sean muy grandes, compensa de sobra los esfuerzos que hay que realizar. Pasas un tiempo malo pero después…viene la felicidad.
En su obra expone que para opositar es tan importante autogestionarse y concienciarse mentalmente como físicamente. Mens sana in corpore sano. ¿No?
¡¡Efectivamente!! El ejercicio físico estimula la producción de endorfinas –las hormonas de la felicidad- así que tras una práctica moderada nos encontramos de mejor humor lo que se traduce en que somos más positivos. Y esto, llevado al terreno de la preparación de la oposición, nos va a permitir memorizar mejor, concentrarnos sin esfuerzo y no ser pasto de las creencias negativas típicas: yo no puedo, no soy capaz, mejor lo dejo total, etc.
La concienciación mental también tiene mucho que ver con el éxito en el desarrollo del proceso. Implica que el enfoque del opositor no se ha desviado, que sigue comprometido con su propósito, que todo lo que haga va encaminado a cumplir el plan de acción que se había trazado.
También le presta especial atención al Mindfulness, que podría traducirse al castellano como «conciencia plena». ¿En qué consiste esta técnica?
Es una técnica oriental que ha pasado a occidente a través de la medicina y psicología y que supone ser plenamente consciente de lo que nos pasa. Pero. ¡¡cuidado!!! esta consciencia plena no supone –como tan frecuentemente entendemos por aquí- fustigarse por lo que hacemos y lo que no hacemos sino tomar conciencia-permitir-perdonarse (ser amable con uno mismo). De forma que la práctica habitual de la misma nos permite relajarnos, concentrarnos, perdonarnos y amarnos (se lleva a cabo mediante la inspiración, expiración y examen de las sensaciones corporales). Es, pues, plenamente aplicable a las personas que pasan un proceso como este en el que necesitan relajarse, concentrarse, perdonarse todos los fallos, distracciones y cosas similares y volver a empezar; o continuar, en este caso.
Por otro lado, también enfatiza la importancia de saber gestionar y controlar las emociones durante el largo de periodo de tiempo que dura el proceso de preparación de unas oposiciones. Leyéndole puede parecer fácil, pero sin duda se trata de uno de los grandes retos. ¿Cómo se hace esto?
Ahhh… eso es fundamental. Pero yo diría siempre gestionar en lugar de controlar; esta última palabra es la que está en la calle, lo sé. La diferencia para mí está en que si controlo una emoción significa que o la escondo, o la dejo quieta, frenada … mientras que si la gestiono lo que hago es un proceso de varios pasos que va desde un momento inicial hasta un final.
Entre los pasos citados están los siguientes: reconocerla, es decir saber de qué emoción se trata; legitimarla, es decir, darle el derecho a aparecer (lo contrario de esconderla); saber qué significa, es decir, cual es la causa de que aparezca esa emoción y no otra; saber que las emociones vienen a informar de algo a nosotros y a nuestro entorno y una vez hecho esto desparecen y son sustituidas por otras emociones; por último, saber que las emociones se expresan en el cuerpo.
Es todo un trabajo que los psicólogos coaches estamos muy habituados a hacer. Pero no teman, no es difícil, simplemente hay que repetirlo algunas veces y habituarse a escucharnos a nosotros mismos, a nuestra mente y nuestro cuerpo. Aprenderemos así a conocer nuestras emociones, su significado, la causa por la que aparecen…
¿Por qué considera usted que se suele menospreciar la labor y el trabajo de los funcionarios por las personas desconocedoras del esfuerzo que supone conseguir un puesto en el empleo público?
Bueno… forma parte de la mala fama de los trabajadores públicos en este país, quizás originada en tiempos en los que el acceso a la función pública no era por mérito y capacidad y, desgraciadamente, en la actualidad está de nuevo de moda por los casos en los que se ha accedido a puestos de trabajo en algunas administraciones sin seguir los citados principios. Aún queda gente que piensa que todos los trabajadores públicos entran por enchufe y sin pasar oposiciones.
¿Qué opina de las posturas que consideran que las administraciones públicas y los servicios estatales deben reducirse, en pos de una mayor rentabilidad y eficacia, favoreciendo la privatización?
No estoy de acuerdo en absoluto. Numerosos estudios vienen señalando, en cualquier ámbito de los que cubren los servicios públicos, que la prestación de estos servicios por una administración y sus trabajadores es más barato y eficaz. Una empresa privada va a obtener beneficios, está en su ADN, mientras que la Administración pública tiene en el suyo exclusivamente prestar servicios y hacerlo a todos los ciudadanos para favorecer la igualdad de oportunidades como establece la Constitución. Así, mirando individualmente, es posible que mantener una escuela unitaria en un pueblito salga muy caro pero, si miramos las cifras del conjunto de gasto en educación para el mismo tramo educativo, sale más barato la escuela pública aun incluyendo el elevado coste de estas escuelas. Y lo mismo cabe decir de los servicios médicos, de cuerpos de seguridad, etc.
Lo público respeta los derechos de todos, favorece unas condiciones de vida dignas, la cohesión social, la igualdad de oportunidades y no es más caro.
¿Qué consejo le puede ofrecer a los que han intentado aprobar unas oposiciones, sin éxito, en varias ocasiones?
No hay consejo en este caso. Solo les recuerdo distinguir entre quienes son y lo que hacen, tal como indico en el último capítulo del libro. No todos los empleos son para todos, hay personas brillantes en un ámbito y no en otro, hay momentos adecuados para un proceso y no para otro. No pasa nada por no superar una oposición, cerrándose este camino otro se abrirá sin duda porque el opositor habrá aprendido muchas habilidades que le servirán a lo largo de la vida.
Lo importante es siempre saber quién se es; respetando eso todos los caminos están abiertos. Si nos encerramos en tener en cuenta nada más que el éxito o fracaso en aquello que hacemos los caminos se ciñen a uno solo. Y entonces no superar un proceso se hace un mundo.