- Una guía de viaje para opositores de la mano de la psicóloga y coach especializada Marlis González Torres.
Hace mucho tiempo, leí en algún sitio que los estados actuales, especialmente los de esa entelequia que conocemos como “Occidente”, funcionan como gigantescas empresas que producen servicios y cuentan con millones de trabajadores. Quizás sea una simplificación demasiado facilona, pero no anda lejos de la realidad. Por ejemplo, en España trabajan en el sector público más de tres millones de personas (según la EPA, Encuesta de Población Activa), aunque en esa cifra se incluyen a los funcionarios públicos y a los trabajadores de las empresas públicas. Esto supone más de un 15% del empleo total, un porcentaje alejado del de otros países de Europa (Noruega y Dinamarca tienen, por ejemplo, un 30%), pero bastante elevado. Piensen que hay muchos puestos que cubrir en las diferentes administraciones públicas (locales, provinciales, regionales y estatales) y en el resto de servicios que ofrece el estado (sanidad, educación, seguridad).
Las necesidades de recursos humanos de estas gigantescas corporaciones son siempre elevadas, aunque en momentos de crisis el mercado laboral público suele paralizarse temporalmente. De ahí que siempre sea una interesante opción para aquellos que busquen comenzar su vida laboral o cambiar su modo de sustento en busca de un trabajo mejor.
Todos hemos escuchado en alguna ocasión frases como “no tengo muy claro qué haré cuando termine la carrera, posiblemente opositaré” o “que bien viven los funcionarios sin apenas trabajar”. En ambos casos no se tiene en cuenta el esfuerzo y el compromiso con uno mismo que hay detrás y lo que tienen que dejar en el camino los osados que se atreven a enfrentarse a una oposición.
Dejar constancia de ese necesario esfuerzo, y de la preparación a la que debe someterse el opositor, es el objetivo principal de Coaching para opositores: guía práctica para ser opositor, la sensacional propuesta de Marlis González Torres. No en vano, esta autora conoce a la perfección las tribulaciones mentales (y físicas) por las que tiene que pasar un opositor porque lo ha vivido en sus propias carnes. Sabe de lo que habla, y no solo por su formación como psicóloga y su experiencia como coach.
Sin duda, no podría haber mejor ayuda, para todos aquellos valientes que se estén planteando preparar y aprobar una oposición, que este magnífico libro que, como el propio subtítulo indica, funciona como una guía en la que se marcan todos los puntos a seguir, desde la toma de decisión inicial (sobre el tipo de trabajo público al que se desea acceder) hasta el ansiado final al que se llega tras aprobar las pruebas de selección.
La primera decisión consiste en determinar a qué aspiramos. Y para ellos es necesarios conocer la diferencia entre funcionario público y trabajador público: los primeros disfrutan de una serie de beneficios y acceden al trabajo mediante un proceso selectivo (oposición), mientras que en el segundo caso el acceso no siempre se hace mediante pruebas de seleccion y su estabilidad laboral es más precaria.
Marlis deja claro desde el principio que no va a ser fácil y que, para conseguir el preciado objetivo, el opositor que aspira a ser funcionario tiene que ponderar sosegadamente una serie de factores que influirán en el éxito o el fracaso de la aventura.
El primer escollo es el tiempo. Se precisa de mucho tiempo para preparar unas oposiciones, lo que supone una dificultad, por ejemplo, para los que ya estén trabajando o para los que tengan compromisos familiares. El segundo es la dificultad. No todas las oposiciones son iguales y algunas presentan umbrales de dificultad que exigen mucho de los opositores. De ahí que sea necesario decidir cuáles son nuestras capacidades y hasta donde podemos llegar. El tiempo y la dificultad serán los valores básicos que tendrá que tener en cuenta el opositor para decidir si oposita y a qué oposita. Para ello, Marlis nos ofrece una serie de consejos y pautas a seguir, que pasan por tomar conciencia de qué queremos realmente y cuánto estamos dispuestos a invertir.
Una vez tomada la decisión, comenzará la contienda. Y para esta ardua lucha hay que prepararse lo mejor posible, ya sea en centros o academias para opositores, con preparadores profesionales o de forma independiente. El camino dependerá de las capacidades, la personalidad y el carácter del opositor, entre otros elementos. Es en este apartado donde Marlis expone y desarrolla a la perfección sus conocimientos y su experiencia como coach con la intención de ofrecer, de forma tan amena como ilustrativa, los mejores recursos para cada persona.
El objetivo no es solo ofrecer una guía para aprobar oposiciones, sino también ayudar a integrar todo este esfuerzo con el resto del contexto vital y reducir al mínimo el estrés, la ansiedad y la frustración. Para ello, Marlis nos ofrece una serie de herramientas, aderezadas con cuadros ilustrativos, que permitirán al opositor tomar las decisiones de forma adecuada, valorar con conocimiento cómo enfrentarse a este reto y paliar el perjudicial efecto de los disruptores (en el argot psicológico, los impedimentos que irrumpen o ralentizan un proceso), de nuestros propios miedos y del resto de problemas que puedan aparecer.
Todo esto convierte a este libro en un must have («debe tener»), si me permiten el anglicismo, que todo aspirante a opositor debería leer. Eso sí, no piensen que los aprendizajes y prácticas que encontraran, si se hacen con este libro, se limitan solo a cómo prepararse, mental y físicamente (ojo, este punto es muy importante y, sin duda, una de las aportaciones más novedosas del libro), a todo el proceso de conseguir un puesto en la función pública. Muchas de las ideas, técnicas y propuestas que plantea Marlis González en este libro nos pueden servir en otras muchas facetas de nuestra vida, y, yendo más allá, a conocernos mejor a nosotros mismos (una de las tareas más arduas a las que nos debemos enfrentar, y si no que se lo digan al oráculo de Delfos), a entender nuestras limitaciones y a desarrollar nuestras potencialidades.
Biografía.
Marlis González Torres, gallega nacida en Venezuela, es licenciada en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela y coach nivel ACTP, además de funcionaria del Cuerpo de Gestión de Administración del Estado.