La acción de los individuos organizados para tratar de influir sobre los poderes públicos es algo tan antiguo como la humanidad. Siempre que el hombre se organiza, las personas se agrupan formando asociaciones que tratan de conquistar el poder o de influir activamente en aquel que lo ejerce. Tratar de influir está en la esencia del hombre, pero no es menos cierto que hablar de influencia (cabildeo en América Latina) siempre ha despertado recelos y ha sido una palabra a evitar. Pese a que se han utilizado todo tipo de eufemismos, es una profesión perfectamente normalizada en todo el mundo y más en lugares como Washington DC y Bruselas, centros neurálgicos donde todo tipo de grupos intentan influir legítimamente en las diferentes normativas. Se atribuye al presidente Kennedy la frase “los lobistas me hacen entender un problema en diez minutos, mientras que mis colaboradores tardan tres días”. Este libro trata de hacer un repaso a la historia y los orígenes de las relaciones gubernamentales en el mundo, sus técnicas, herramientas y sus implicaciones en la democracia moderna.