La trama gira en torno al peculiar mundo de Salvador Martín, pragmático barcelonés de treinta y dos años y de no tan jóvenes convicciones. Es, tras identifcar lo que le diferencia de los demás, cuando Salva decide tomar cartas en el asunto y dar salida a su naturaleza más secreta: cometer su primer y ansiado crimen perfecto, pues está convencido de ser uno de los pocos superhombres en peligro de extinción capaz de cometer tal «obra de arte». Una vez asumido su destino y de manera impaciente, Salvador se zambulle en un sinfín de nuevas experiencias que le ayudarán a conocerse mejor a sí mismo.
Son diversas las preguntas que inquietan al protagonista: ¿Será el asesinato capaz de poner en funcionamiento su reloj interno? ¿Qué método utilizará para ello? ¿Cómo elegirá a la víctima más conveniente para tal propósito? A lo largo de la novela se encuentra respuesta a estas y muchas otras cuestiones enfocadas desde un prisma único, el de Salva.
«Siento náuseas por los que matan con bombas. Arrebatar la vida a alguien es algo tremendamente personal. Lo mínimo que puedes hacer es presentarte y presenciar en primer plano tu creación».