Álvaro Jiménez (Lanzarote, 1993)
Soñador, optimista, ambicioso, enamoradizo y bastante tímido. Procura aprender de todos sus errores y no le gustan los prejuicios, los reproches ni que le digan las cosas más de dos veces.
A los quince años, decidió empezar a canalizar sus sentimientos escribiendo. Trataba de plasmar en una página en blanco todo lo que le rondaba la cabeza y el corazón. Durante mucho tiempo funcionó como una perfecta vía de escape; un desahogo en silencio que le reconfortaba.
En su primer libro, Si es cuestión de confesar (2018), Álvaro abrió el camino hacia su pecho a través de una vorágine de confesiones que lo dejaron desnudo.
Casi cuatro años más tarde, vuelve a abrir su puerta interior al mundo a través de Preciosos Desastres. Un torbellino de emociones que respaldan una evolución personal y demuestra que, incluso en nuestros peores momentos, podemos admirar la belleza de lo que nos mueve por dentro.