En los oscuros y salvajes bosques del Nuevo Mundo, una raza de humanoides conocida desde la antigüedad con el nombre de “wendigos” sale de caza: los aromas del verano tardío y las hormonas florecientes flotan en el ambiente, y no tardan en atraer a un cachorro.
Winslow es uno de estos seres que habitan las copas de los árboles y asustan a los niños en las noches de luna nueva; y sus acciones, fruto de la curiosidad que su hermano Koda intenta aplacar, desencadenarán una serie de sucesos que no solo les afectarán a ellos mismos, sino que involucrarán a su propia manada, a dos cazadores de wendigos y a la Ciudad Colosal.
Entre tanto y desde su lóbrego palacio, la Emperatriz aguarda pacientemente la llegada de un visitante del que tuvo conocimiento en la época de la Catástrofe, cuando el mundo, tal y como lo conocemos, cayó a los pies de los Halcones Negros.