Charlamos con Mario Andrés Laguarda, autor de Eligius: secretos prohibidos, una obra publicada recientemente por la Editorial Círculo Rojo.
¿Todos poseemos atributos que forman parte de nuestro ser pero que no controlamos como querríamos?
A decir verdad, yo creo que sí. Así como es imposible controlar todos los aspectos que hacen a nuestra vida, nuestro entorno y a aquello que nos involucra y lo que no; también es posible decir que hay una parte de nosotros mismos que tal vez no controlamos, no aceptamos o no conocemos completamente. Esto es un privilegio en la vida que nos permite asombrarnos continuamente y no dejar jamás de sorprendernos y aprender incluso de nosotros mismos. En lo que a mí respecta, creo que el hombre es solo un momento, y camina sobre ese momento… lo que pasa con su futuro siempre puede alterarse; sus gustos, personalidad, atracciones, temores, intereses…
Nos matamos entre nosotros por diversión. ¿Qué está pasando en este mundo de locos?
Esto es sin duda una de mis mayores preocupaciones a la hora de escribir. Poder exhortar al lector a reflexionar sobre los valores que tenemos vigentes hoy en nuestra sociedad. Si bien es cierto que la realidad de cada país es diferente, incluso en la interna de cada país también se encuentran muchas subrealidades distintas; suelo cuestionarme mucho sobre el o los motivos que nos separan cada vez más como especie. Eligius, en esta historia, busca evidenciar un poco esta problemática social muy compleja de definir, pero a su vez de valorar también pequeñas acciones y lindos valores que también permanecen en nuestra sociedad y que muchas veces no destacamos del todo.
Estamos bombardeados de malas noticias y se nos hace hábito creer que eso es normal; naturalizando incluso estos accionares. Pero en definitiva, no podemos olvidar nunca que la vida siempre es un contraste de cosas buenas y cosas no tan buenas… y la justicia siempre en parte nace de cada uno de nosotros. Como siempre digo cada uno de nosotros somos parte de la sociedad, y como parte, debemos elegir ser parte del problema o de la solución…
¿Es difícil escribir escenas de sexo, en este caso entre personas del mismo sexo?
Difícil no lo describiría para mí. Como sabéis, soy especialista en el campo de la educación sexual y, por tanto, todos mis libros tienen una impronta en esta temática, dado que es un tema del que amo hablar con total naturalidad y del cual defiendo mucho la importancia que posee educar y educarnos.
No obstante, sí es cierto que fue un gran desafío describir algunas escenas eróticas. Buscar hacerlo de una forma poética pero a la vez natural, sin esconder algo o estimular el tabú social que aún existe sobre estos aspectos de escritura. Claro que no hablamos de pornografía en absoluto, sino de erotismo. Hay personas que pueden confundir estos términos que no son sinónimos. Si me preguntan si mi obra va dirigida específicamente a mayores de edad, yo digo que no. Creo que muchos adolescentes pueden nutrirse mucho de esta novela que si bien juega mucho con aspectos de fantasía, puede dar algunos aprendizajes muy interesantes y de valores saludables, al menos según lo entiendo yo, claro.
¿Cree que, pese a los avances que se han producido en este sentido, aún sigue habiendo mucho prejuicio a la hora de plasmar en la literatura relaciones homosexuales?
Definitivamente sí. De hecho varios de los lectores de Eligius, Secretos Prohibidos, ya me han comentado sobre este aspecto. En su generalidad que nunca habían leído antes algo de esta índole en ninguna otra novela.
Nuestras sociedades son heterocéntricas por excelencia, lo que quiere decir que normalizan las relaciones sexuales solo entre varón y mujer. Todo lo que escape a esa normativa, sigue viéndose aún como extraño, no tan normal, o “la minoría”, como lo llaman algunos. Como educador sexual, claramente me opongo a eso y me gusta ofrecer otra perspectiva, en donde el amor no lleve etiquetas, ni limitaciones. ¿Acaso no es el amor algo hermoso? ¿Por qué deberíamos entonces señalar a quién si y a quién no deberíamos amar?
En tu libro también tratas, de manera transversal, el tema del fanatismo religioso. ¿Crees que esta lacra está disminuyendo o, al contrario, piensas que está en auge?
Bueno esto creo que es depende cada realidad en el mundo. En mi país, según lo entiendo, la religión no posee tanto poder, pero siempre algo de poder tiene. Como habéis visto en el libro, mi crítica hacia esta institución es muy fuerte, dado a que defiendo que históricamente ha sido una excusa o motivo para dividirnos como especie.
Bajo ningún concepto creo que la culpa, si es que podemos hablar de culpa, sea de las personas creyentes de las diferentes religiones, que muchas veces acaban por ser víctimas de un sistema que está por encima de ellos y que manipula mucho sus mentes, con un agente poderosísimo en los humanos como es la Fe. Aquí a mi entender existen siempre víctimas y victimarios, algunos consientes y otros inconscientes de ello.
Pero también hay una realidad inevitable. Todo humano así como tiene la necesidad de pertenecer a un lugar, también tiene la necesidad crecer en algo. Puede ser en múltiples cosas, pero siempre creemos en algo. ¿Eso está mal? Claro que no. Esto incluso puede ser el motor de arranque, cuando la vida parece que nos ha dejado sin combustible…
Si hay que caracteriza a este Eligius: secretos prohibidos, es que no se atiene a un solo género literario, ya que la fantasía épica, la narrativa erótica y, si me lo permites, el realismo social, se dan la mano a lo largo de sus páginas. ¿Era esa tu intención o fue más bien un producto consecuencia de la escritura de la historia?
Si era mi intención en todo momento. Por si no ha quedado claro ya, no soy de ajustarme a estructuras que ya están pautadas. Siempre busco algo más; siempre me motiva la idea de marcar una diferencia, y creo que este libro es lo que promete.
Pregunta obligada: ¿Cuáles son tus referentes literarios?
Solo una que me inspire en este tipo de escritura. J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter. No solo que soy fanático de esta saga por sus películas, sino que admiro el estilo de esta escritora en todos sus aspectos. Ella posee magia cuando escribe sin duda.
En pocas palabras, ¿por qué recomendaría usted su libro?
Lo recomiendo porque no tiene desperdicio. Porque es un libro simple, pero que a la vez posee mucho misterio e incógnitas que algunos llegarán a descubrir y otros tal vez no. Porque creo también que cada lector podrá reflejarse tal vez en parte con alguno de los personajes, que incluso cuando no se dan tantos detalles de muchos de ellos, queda impregnada su esencia y aporte a la historia.
Finalmente lo recomiendo también porque se encontrarán con algo original, que posiblemente los lleva a atravesar por varias sensaciones, y los introduzca en una aventura de la que estarán alegres de haber sido parte.