La crisis económica suele constituir, a menudo, una formidable oportunidad para echar una mirada retrospectiva, iniciar una nueva andadura y reinventar el futuro, adoptando nuevas maneras de funcionar. Pero también suele ser la ocasión propicia para la aparición de falsos profetas que prometen un cielo inexistente.
El boom económico experimentado por Guinea Ecuatorial desde mediados del año 2000 tras el descubrimiento del petróleo fue, sin lugar a dudas, el periodo de mayor crecimiento y prosperidad de los 50 años de su independencia, caracterizado por una transformación espectacular de la economía, la dotación de importantes infraestructuras de base y el logro de numerosos avances sociales.
La recesión económica actual provocada por la caída del precio de petróleo, a partir del año 2014, ha venido a ralentizar dicha evolución positiva provocando una fuerte contracción económica, reducción de ingresos del Estado, cierre de numerosas empresas, pérdida de miles de empleos, la precariedad y la penuria.
Para salir de esta crisis y afrontar el futuro con confianza, es necesario conocer ante todo las 19 causas, endógenas y exógenas, que la han favorecido a lo largo de los últimos años. Este conocimiento debe ser el resultado de un análisis riguroso, objetivo y sin autocomplacencia. De lo contrario, sería como un médico que intenta curar a un enfermo en estado grave sin antes establecer el diagnóstico.
Este libro presenta más de 43 medidas prácticas y “nuevas ideas” para salir de la crisis, reactivar la economía y retomar la senda del crecimiento inclusivo y la prosperidad compartida, con independencia del Programa que el Gobierno vaya a concluir con el Fondo Monetario Internacional. La adopción de estas medidas no debe emanar de simples teorías, elucubraciones ni suposiciones, sino del fruto de un estudio serio basado en datos empíricos fiables, inspirándose en la globalización y en los mejores ejemplos de otros países, demostrando al mundo entero y a nosotros mismos que –contrariamente a lo que se suele decir- el petróleo ha sido una bendición para Guinea Ecuatorial.
Estanislao Don Malavo