La matemática nos cuenta la vida. Inconscientemente, buscamos la ecuación que nos resuelva el problema cotidiano. La matemática también da forma a nuestras vidas, que son funciones que tratamos de moldear. Y aunque la estadística todo lo impregna, poco podemos predecir de ellas, debido al azar.
La poesía nos hace soñar, nos traslada a un universo de sensaciones, fuera o no de la realidad, nos pone en contacto directo con lo más hondo del ser humano y es una herramienta en la lucha permanente contra los problemas más acuciantes que sufre la humanidad.
En esta obra, me he servido de las estrofas más usuales en nuestra literatura, para presentar las unidades didácticas y los bloques de contenido de las matemáticas en secundaria, queriendo ser una herramienta multidisciplinar, para trabajar en el aula, y una lectura entretenida, para aficionados a la matemática y la poesía.