He pretendido crear un relato erótico en el que resulte manifiesta la nueva mentalidad de la mujer de hoy, cuidando que no resultase soez y obsceno. Una mujer que lucha por tener una libertad, siempre negada por una sociedad excesivamente machista… «Fueron muchas las noches en las que mi mente me hacía soñar con Andrea en situaciones tan indecorosas como placenteras, de seando que a ella le sucediese lo mismo…».
«…Roberto hace que moje mis bragas… haciéndome sentir que rida y deseada, al contrario de lo que viene siendo habitual con los hombres de mi vida…».
«Alzó la ceja con aquel característico y sensual gesto suyo, y se encaminó hacia mí con andar felino mientras yo permanecía estático, admirándola y disfrutando de aquel maravilloso momento…».
«… comencé a cabalgarlo con desesperación, sintiendo el continuo roce de su carne en mi interior mientras él no dejaba de pellizcar y tirar de mi pezón con sus hábiles dedos…».
«Cariño, siempre tendrás mi mano tendida para que no vuelvas a sentirte sola, pues estaré a tu lado».
«… ¡Quién fuera tus bragas en estos momentos! Me gustaría poner remedio a esas humedades con mi lengua y mis labios…».